Danzas Tandava

La danza tandava, es una meditación en movimiento que permite al cuerpo fluir, recobrando su libertad. Son movimientos muy lentos, sincronizados con la respiración, para tomar conciencia de nuestro interior y dejar que el cuerpo se exprese sin controlar desde la mente.
Esta danza de Shakti y Shiva es la investigación del ser querido dentro de nuestro propio ser, el reencuentro con nuestra totalidad para la apertura del corazón y la conciencia, desde lo Sagrado Femenino.
Reconocer y atender nuestro centro vital, sensibilizarnos sobre él, corregir desequilibrios posturales y energéticos, significa tomar fuerza de nuestras raíces, estimarnos, nutrirnos, sentir realmente el cuerpo, habitarlo, maternarlo, aceptarlo, honrarlo… dando lugar a la escucha atenta que hace emerger la parte más sabia de nosotros mismas.
Esto ayuda a incorporar la conciencia como un nuevo ritual diario, para transitar las situaciones vitales con toda tu energía, con toda tu presencia, sintiendo el goce de estar vivas.
Una danza para cualquier edad, para reconocernos y reencontrarnos con lo Sagrado Femenino. Observando, investigando, descubriendo, liberando, permitiendo que tu cuerpo se mueva explicando tu historia, pasada, presente o futura, moviéndote por amor a la vida, danzando cómo si nadie te estuviera mirando.
Con el movimiento libre e espontáneo, respetuoso con tu momento actual, entras en otro estado del ser, observando una gran apertura, liberación y la posibilidad de sentir tu esencia. El cuerpo es el guia sabio que crea los movimientos, unos movimientos que activan las fuerzas de autosanación, energizando y desbloqueando tensiones.
A través de la entrega a la danza es posible entrar en estados más amplios de conciencia.
¿Cómo danzamos?
Danzamos descalzas, con ropa cómoda y bonita a la vez (un foulard en las caderas, una falda de vuelo amplio y largo, esto puede servir, aunque lo único necesario es que con lo que lleves estés libre para que puedas moverte en cualquier plano).
Realizamos rotaciones de todas las articulaciones, cambios de peso, dibujamos círculos e infinitos en todas sus posibilidades, con una relación amorosa con tu propio cuerpo, es decir, suave y lentamente.
En algún momento puede salir tu lado masculino, más contundente y enérgico. Genial, se trata de que ambas partes salgan, y bailen contigo para integrarlas. Seguramente la música con tambores te llevará a ese lugar.
También hay momentos en los que sale la fuerza del grupo, una energía tribal que nos une y entonces bailamos y reímos todas juntas.
Tras establecer una relación de amor con tu cuerpo (tu templo), se afianza la relación de amor con la Vida, y por ende, con todos los demás seres.
En otros encuentros presenciales lo hemos pasado genial, haciendo una pintura conjunta, pues muchas veces aunamos la danza con la pintura, con el fin de expresarnos de manera multidisciplinar y ahondar un poco más en el autoconocimiento y la sanación mediante la arteterapia.
Para cualquier nivel, sepas bailar o no, siempre te llevarás una o varias perlas en cada encuentro.
Un lugar para autoconocerte, crecer, sanar, reír y compartir.
Contacta para inscribirte en el próximo taller !!