Empoderamiento Femenino

Automaternaje y autopaternaje

AUTOMATERNAJE

Auto maternaje sería la capacidad de habitar tu cuerpo, de escucharte, de atenderte, de acompañarte… de nutrir tu alma, de observar tus necesidades psíquicas y proporcionarte amor, en forma de amabilidad, de ternura, de receptividad, de bondad y de generosidad.

Muchas mujeres son madres de sus hijos, del resto de la familia, de amistades, de animales… a costa de olvidarse de ellas, de sus propias necesidades y deseos.

Hay un libro muy interesante de Cherif Chalakani, que favorece una apertura del corazón, y puede suponer un salto de conciencia. Se titula: «Renacer al Ser», y allí expone la teoría del «sano maternaje y paternaje interior».

Cuando estamos necesitadas y buscamos fuera, estamos buscando que nos quieran, que nos reconozcan, que nos acompañen. Si nos auto-maternamos, nos queremos, nos reconocemos, nos acompañamos y salimos al mundo con mayor confianza, con una vibración mucho más alta, más saludables y abiertas a relaciones saludables.

Maternarte a tí misma te obliga a responsabilizarte de tí, a dejar de echar el balón fuera y recogerlo para escoger cuál es tu jugada, para saber quién eres y dónde estás ubicadas, y qué vas a hacer desde ese punto. Luego podrás compartir amorosamente desde el centro de tu Ser.

Aquí también se hace necesario reconocer y honrar a la madre propia, que fue también una niña, y una mujer. Verlas a todas, y ver también dónde están en ti, o qué partes de ellas están en ti.

Y verte como hija, como mujer, como hermana, como madre, como amante, como amada, todos los diferentes arquetipos, para crecer, integrando a la madre, como parte de lo femenino.

Diferentes desórdenes con la alimentación, como la anorexia y la bulimia, tienen que ver con la madre, no nuestra madre biológica necesariamente, sino con una desconexión profunda con lo femenino.

Toca aceptar que nuestra madre es como es y devolverle lo que es suyo, lo que es de su experiencia: lo que ella ha vivido no tenemos que vivirlo de nuevo, a veces hay que soltar algunas lealtades al árbol genealógico para poder liberarnos.

Si puedo reconocer eso, puedo transformarlo.

Si me sigo peleando con la madre, voy a buscar una madre desesperadamente en las mujeres, en los hombres, para que alguien me dé ese calor materno, ese apoyo.

Tu madre es tu linaje, reconócela, estuvo aquí antes que tú… pero también es una mujer a la que no puedes ni debes cambiar, es como es, lo que te dio o no te dio… ya está, no lo puedes cambiar.

Sé madre de ti misma, hazte cargo de tu vida, y deja que el otro crezca, bien sea tu pareja, tus hij@s, amig@s…

AUTOPATERNAJE

El autopaternaje tiene que ver con integrar nuestra parte masculina, y también por «tomar al padre», o sea, verlo, reconocerlo, valorarlo e integrarlo.

«Hacer las paces» con el padre puede significar también estar en paz con los hombres, estar en buena relación con el mundo exterior.

Recuperar cualidades como acción, coraje, fuerza, valentía, energía, para establecer límites y dejar de sentirse víctimas. Darnos cuenta de cómo nos hemos defendido a veces también siendo agresoras contra otras personas o contra nosotras mismas.

Tomar la responsabilidad para reconstruirnos desde el aquí y el ahora soltando el lastre sin apegos, para tener una vida respetuosa y digna, saber dónde enfocarse y cómo conseguir nuestras metas.

Ver al niño y al hombre que hay en tu padre, tomar lo que te dió, agradecer, integrar lo necesario para tu crecimiento, y soltar.

La integración de lo femenino y lo masculino, el maternarse y paternarse a una misma, se hace imprescindible para una vida equilibrada.

La responsabilidad está en mantener ese equilibrio.

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