¿Qué es la Psicología Humanista?
La psicología humanista es un enfoque de la psicología que se centra en el estudio de una persona a nivel global, pues se centra en el estudio de la persona como un todo, y parte de la idea de la bondad innata de los seres humanos.
Inspiradas en este paradigma están la terapia gestáltica y las que surgen desde la psicología positiva, como el coaching.
Algunos principios esenciales:
- Mantener una actitud de comprensión empática hacia la persona, respetando sus valores culturales, su libertad de expresión, explorando sus problemas para que gane en conciencia sobre sí misma y en responsabilidad.
- Explorar las expectativas y metas, incluyendo lo que espera obtener del proceso terapéutico.
- Estimular la motivación del cliente
Para el humanismo el ser humano no es esclavo de sus instintos e ideas reprimidas, sino que es libre, y su comportamiento y su visión del mundo son subjetivos e importan en la terapia.
Cada ser humano debe ser aceptado tal y como es, y aprender a desarrollar su mejor versión de sí mismo, puesto que de no ser así, puede sobrevenir la enfermedad.
La psicología social afecta directamente a nuestras acciones y pensamientos.
Estamos en constante conexión con el mundo y con los demás, y eso influye en nuestro estado emocional y en nuestros comportamientos.
Principios de la psicología social
La psicología del ser humano está ligadas a tres principios básicos.
1. El pensamiento no racional
Nuestra mente trabaja dos formas diferentes de pensamiento: de manera consciente o de forma inconsciente. Esta forma automática de trabajo mental es la que realiza la mayoría de trabajo cotidiano, reservando recursos a nuestro cerebro.
2. Características personales
Los seres humanos creamos realidades en base a los estímulos que recibimos, y su interpretación moldea nuestra forma de sentir, pensar e interactuar con las demás personas.
3. La influencia de los demás seres humanos
Se evalúa de qué manera las personas interactúan e inciden en el contexto social, influenciando la manera de pensar y sentir de otros individuos.
Psicoterapia Gestalt
Se centra en el desarrollo personal y en la recuperación de la capacidad de vivir el presente, la espontaneidad y la responsabilidad. Concibe al ser humano como a una entidad completa formada por cuerpo, mente y alma que puede alcanzar el bienestar trabajando por la integridad y el equilibrio de esas tres partes. Se centra en desarrollar el potencial humano total (autorrealización)
Da importancia a lo que sucede en la actualidad y no a los momentos del pasado, encaminando a la persona a darse cuenta de cómo impacta y es impactada por su entorno, haciéndola consciente de su manera de hacer las cosas y ayudándola a ver otra manera más útil de llevarlas a cabo.
El objetivo es permitir a la persona conocerse mejor y recuperar la creatividad perdida, devolviéndole la capacidad de elegir la forma de afrontar la vida, así como cerrar situaciones del pasado que a día de hoy todavía repercuten en su bienestar.
La terapia Gestalt permite conocer los patrones relacionales, pensamientos y comportamientos que bloquean la conciencia presente y lleva a situaciones de infelicidad. Por ello es utilizada para tratar problemas como la ansiedad, depresión, autoestima, dificultades para relacionarse, pérdida de control… Y para los efectos físicos que estos problemas generan: trastornos del sueño o digestivos, dolor de espalda o de cabeza…
El acompañamiento ayuda a llevar a cabo un proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal que le permita encontrar un camino dentro de sí, o en relación al entorno.
Esta transformación aumenta la consciencia de uno/a mismo/a para hacerle responsable y dueño/a de sus pensamientos, actos y conductas.
Aceptación: se toma conciencia de la emoción que se está viviendo en el presente (rabia, alegría…) y se acepta. El sentido de esto es que todos los sentimientos que se guardan acaban produciendo malestar y manifestándose de manera psicosomática.
Responsabilidad: una vez que la persona acepta sus sentimientos, se hace responsable de ellos. De lo que siente y vive, sin culpabilizar a los demás de lo que le ocurre. Cuando se consigue esto, la persona es capaz de cambiar y tomar las riendas de su vida, potenciando los recursos con los que cuenta para afrontar las dificultades y situaciones.
Diálogo: en la terapia Gestalt se acompaña el camino del paciente, co-creando un campo relacional y emocional.
Acción: la persona desarrolla nuevas técnicas para gestionar las situaciones que le crean malestar.
El objetivo fundamental es tratar los problemas y dificultades que la persona tiene hoy en día. De esta forma se le permite identificar su responsabilidad en ellos, asumiendo los sentimientos que le generan y poniendo en práctica las habilidades necesarias para superar cada situación.
Es una terapia de crecimiento personal, indicada para cualquier tipo de persona independientemente de su edad.
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